Ethel Xochitiotzin Pérez

Nombre: Ethel Xochitiotzin Pérez.

Cargo: Catedrática en la Facultad de Filosofía y Letras de la UAT desde hace casi 20 años.

Estudios: Licenciatura en Literatura Hispanoamericana.

Estado civil: Casada.

Edad: 47 años.

A mí desde pequeña mis abuelos me hablaban en náhuatl, e incluso yo le decía a mi abuelo “¿Por qué no le hablaste a mi papá en náhuatl?”, o “¿Por qué no hablan ellos el náhuatl?” Y él me decía que porque los maestros llegaban al punto en que les pegaban, y en su momento ellos fueron reprimidos, porque casi se decía de aquí para allá se habla náhuatl y de allá para acá se habla castellano, y, bueno, como nosotros vivimos con nuestros abuelos, como que el idioma nos lo fueron descendiendo. Yo veía muchas cosas que se estaban perdiendo.

¿Por qué enseñar el náhuatl?

Es una lengua mucho más profunda de hablar. Tiene mucha riqueza y sabiduría, que tiene la lengua, incluso antes del cómo se saludaba, mis abuelos ponían su mano en el pecho, y sentían el corazón, el tuyo y el mío, como uno solo, sólo el que tratara como un hermano a tu amigo o vecino.

¿Actualmente cuál es su cargo?

Soy profesora del idioma náhuatl, pero estoy de manera independiente e incluso estoy en una organización independiente del gobierno, igual estoy de la mano con ICATLAX, ITC para dar clases en náhuatl. También doy clases a personas que se preparan o personas que no saben nada, es mixta la población, ya que si vas te darás cuenta que enseño desde niños, jóvenes, hasta personas mayores, es todo un grupo mixto, al cual yo los estoy atendiendo. Actualmente estoy con personas con preparación académica, en doctorado, maestría, se han estado acercando a nosotros que incluso les ha servido, tengo una alumna que está estudiando náhuatl en la BUAP, y todavía viene aquí para asesorarla y también ya tengo a más personas que están enseñando náhuatl.

¿Cuántos años lleva enseñando el idioma?

Yo tengo 15 años enseñando náhuatl, y me ha servido mucho. He vis- to las necesidades, he conocido otras variantes, en el cual yo les enseño a hablarlo, les enseño a escribirlo.

¿Fue lo que aprendió con sus abuelos?

Sí, se podría decir que de manera natural, pero ya para eso tuve que estudiar, cuando yo comienzo todo, yo soy muy poética, hay muchas palabras que suenan muy bonito, entonces eso me ha ayudado a crear poesía.

¿Escribe usted?

Sí, escribo poesía. De hecho incluso con la investigación, de alguna manera he hecho narración, una narración que ya tiene tiempos literarios, ya no son narraciones contadas de un informante hacia mí, sino que ya es un cuento que en próximos días voy a estar presentando, que es el nombre de una leyenda.

¿Cuántos libros tiene usted publicados?

Si en 2012 en el libro de Voz y Pensamientos de Mujeres indígenas salieron mis poemas. Es una recopilación que hizo el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, y ahí están unos de mis poemas, que incluso cuando yo empezaba a escribir la poesía, dije, bueno, si están convocando, yo mando mis poemas.

Los mandé y afortunadamente fueron aceptados, y pues aproximadamente por estas fechas me dijeron que iba a ser reconocida, incluso por el Día Internacional de las Mujeres (sic), el 21 de marzo (sic). Me dicen que me iban a hacer un reconocimiento de lo que hice a todas las mujeres que participaron en este texto y pues yo igual fui afortunada de pertenecer a este grupo.

Digamos que ahí empiezan mis primeros poemas, posteriormente trabajo en el ITC, en la creación de un manual sobre la lengua náhuatl. También ya está publicado en el 2013 y otro texto que apenas lo voy a publicar el de poemas por el cual yo voy al extranjero.

¿Cómo es que la eligen para ir a presentar este libro?

Lo hacen de manera muy individual, hacemos encuentros de nahua-hablantes. A veces este tipo de encuentros son por asociaciones extranjeras que vienen a las comunidades y hacen ese tipo de encuentros y vamos todos de diferentes estados, de aquí también de Tlaxcala. Y entonces a mí me invita una compañera y me dice que fueran a ese encuentro porque les hablo de mi trabajo, y entonces ahí encuentro a estas personas, les presenté mi trabajo y les pareció bueno.

Hace un año me dijeron que me iban ayudar a hacer la publicación; no solo en el estado han ayudado, sino en la Huasteca potosina, en Puebla, entonces han estado ayudando a gente que trabaja como nosotros. Después de un año de trabajo, ya me mandaron la imagen del libro que se llama Desgranando la palabra.

¿En dónde lo va a presentar?

En la Universidad de Varsovia, Polonia, se va a presentar el texto, además de que ellos están patrocinando el trabajo y el viaje.

¿Es casada?

Sí. Tengo tres hijas.

¿Es difícil ser mujer?

Creo que sí, y más en una comunidad, el machismo a veces está muy arraigado. Yo tuve que salir de mi comunidad y quitarme muchos tipos de complejos, porque mucha gente tenemos el derecho de ser alguien, pero a veces el hecho de que no leas, no te prepares, te conformas con lo que te dan tus padres. Entonces para mí sí me ha costado y más quitar estos estigmas, porque a veces te dicen que no puedes, y hubo un momento cuando alguien me dijo en una institución “¿Y tú qué haces?”. Le respondí que me gusta enseñar el náhuatl y escribo, y me decía “¿Y para qué escribes? ¿Quién crees que te va a leer?”. Y le dije, por supuesto que usted no, ya lo dejó muy claro, pero no faltó quién, que la misma vida hizo que se tragara sus palabras, porque en este libro de Voz y Pensamientos de Mujeres Indígenas que ya le presenté, aparecen mis datos, desde de dónde soy y quién soy.

Entonces llega un extranjero que anda haciendo una maestría en literatura indígena, y llegan conmigo. Él me presenta al Instituto Nacional de Lenguas Indígenas y entonces se da a la tarea de presentar a todas estas mujeres y entre ellas yo, y llegan a Tlaxcala, en una Institución, le dices es que aquí esta trabajando fulana de tal, y es poeta, escribe estos poemas, y fue la misma persona que a mí me había dicho que no me iban a leer, cuando le dice eso, se quedó, como de “¡Qué!”.

Y entonces se tuvo que tragar esas palabras, le dije, ya ve que si me leen, y no me dijo nada. Me dijo es que no sabía que tenemos una joya aquí, un diamante, le dije, pues miré aquí están las muestras, de que sí hay quien me lea. Entonces muchos de nosotros juzgamos a las personas, sin antes conocerlas, subestimamos a las personas, tal vez la vemos muy sencilla, pero muy dentro de ellos hay algo que yo no puedo saber que sería, entonces yo creo que yo como mujer, siempre traigo ese tipo de cuestiones, incluso hasta discriminación, por el color de piel.

Yo me enseñé a valorar lo que tengo, a quererme como yo soy, como mujer y me siento orgullosa de mí, porque nadie me va a valorar, si yo no me valoro, entonces yo creo que eso es lo que le hace falta a las mujeres, de que si no nos valoramos, nadie nos va a valorar y eso tengo que luchar hasta con mis propias comunidades del querer yo participar en cuestiones sociales, porque lo veían mal, decían, qué hace ella aquí, mejor que se vaya a

hacer su comida. Entonces yo he estado luchando contra eso, y hoy se los he demostrado, que cuando tú te decides a hacer algo, cuando estás constantemente en lo que a ti te gusta, estos son los resultados, el que tengas estos logros.

¿Cómo se organiza?

A veces tengo que sacrificar a mis hijos, porque, créame, no es la primera vez que salgo del país. Hace unos años me invitaron a un festival en Guatemala, también salí del país casi 20 días y las dejé cuando una tenía dos años y la otra siete años, digamos que de alguna manera, cuando yo estoy allá mis hijas están solas con su papá y yo acá trabajando o dando a conocer lo que a mí me gusta y cuando escucho la voz de mi hija se me quiebra, porque me dice la chiquita ”¿Cuándo vas a llegar?” Entonces imagínate, el hecho de luchar por eso y pues ni modo, o lo deja uno o se conforma.

¿Obviamente las cuida su esposo?

Sí, él las cuida y me apoya mucho, y le agradezco mucho a él, porque a mí me gustó la carrera de letras

¿Considera que hemos avanzado en la equidad?

La verdad no, sigo insistiendo en que muchas de nosotras trabajamos, pero no es reconocido el trabajo, incluso de manera económica, al menos que tengas un trabajo muy formal, yo creo que sí, pero yo veo en todas las comunidades sí falta mucho para que vivamos bien, y logremos esa equidad, no tanto lo económico, sino también en la forma de pensar de ayudar del hombre, y es que estamos acostumbrados a crear machos, y las mujeres mismas creamos los machos, porque si tú empiezas desde pequeña a decirle a un niño o a una niña, que se debe responsabilizar de sus actos, incluso lo más fácil, recoge tu taza o tu plato, en donde sea, ellos empiezan a ser conscientes de que deben ser serviciales, y eso es lo que les ha faltado, crear gente que sirva a la gente, no que se sirvan de la gente.

¿En su trabajo, que hace para contribuir a tener mayor equidad?

Aunque no es fácil, yo enseño la lengua y no sólo para mujeres, enseño a todos, es equilibrar de alguna manera, nos necesitamos todos, tenemos que ir de la mano. Incluso aquí con la asociación, si nosotros trabajamos de la mano vamos a ir, pero si yo busco el individualismo entonces no voy a llegar al objetivo, o una meta.

Ya vamos para los tres años y seguimos acá, porque ese es el objetivo, porque si ya nos subimos en este barco, vamos a tener que apoyarnos, porque en este barco van a llegar tempestades y que nos van a tirar y debemos encontrar la forma de cómo nos vamos a levantar, porque no es fácil, y buscar la forma de seguir adelante.

El tema de los feminicidios ¿Qué pasa por su mente?

Yo creo que son temas mucho más profundos, mucha gente nos hemos alejado de conocernos espiritualmente, el hecho de que tú tengas vacío el espíritu hace que tú mismo te pierdas. Si tú no tienes esa parte, definitivamente estás perdido, entonces descubrí esa parte que es muy necesaria en esta actualidad, busca esa parte espiritual, sanemos esas partes espirituales, porque yo vengo de una comunidad y veo mucha agresión hacia la mujer.

Tres virtudes que vea en las mujeres.

Ser valientes Ser humildes Amorosa

Defecto:

A veces no escuchamos, no ver la realidad, por más cerca que la tengas no la ves.

Pasatiempo.

Mantenerme bien, hacer actividad física, salir a correr o caminar, para sanar quitar las toxinas que no hacen bien, estar al máximo, estar contenta, estar en paz.

¿Qué le pone feliz?

A mí lo que me pone feliz es el trabajo, cuando el alumno me dice “Gracias, maestra”, o cuando me dice “Me gusta cómo da su clase, porque me inspira confianza”. Le dije gracias, qué bueno ser siempre agradecida; me he enseñado a ser agradecida

¿Qué le pone triste?

A veces que pasan por alto muchas cosas, yo creo que como seres humanos no es necesario que le digas quién eres a las personas, lo que van a hablar son tus actos, son tus valores.

Responda con la primera palabra que le venga a la mente.

Política: Engaño

Cocina: Amor

Belleza: Eterna

Machismo: Erradicarlo

Celular: Distancia

Familia: Apoyo.

Marisol Fernández Muñoz
Yassir Zárate Méndez
Fotografía: Federico Ríos Macías

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