Evangelina Paredes Zamora – Candidata a la gubernatura por el partido Impacto Social Sí

Me considero de la clase más humilde, la clase luchadora social.

¿Podría darnos su nombre completo, el cargo y el partido que representa?

Evangelina Paredes Zamora: Soy Evangelina Paredes Zamora, candidata al Gobierno del Estado de Tlaxcala por nuestro ente político denominado: Impacto Social Sí.

MFM: ¿Qué tan importante es ser la repre­sentante de una fuerza política como la que hoy abandera?

EPZ: Es la importancia más grande que puede existir para los tlaxcaltecas. La dis­tinción de tener una representación de esta índole merece siempre el respeto de todos nuestros ciudadanos, hombres y mujeres. Ser aspirante a la primera magistratura del estado para Evangelina Paredes es ya un triunfo porque soy una mujer sin ningún antecedente de parientes o familias en el gobierno. Soy de la clase más humilde, la clase luchadora social, la clase de mujeres y hombres reales. Los tlaxcaltecas tienen la oportunidad de elegir, para el gobierno del Estado, a una mujer exactamente como ellos. No podemos tener gobiernos falsos o gobiernos “tras bambalinas”. Mis adversa­rias se preocupan más por tener la cara bonita, por tener un salón de belleza a un lado de su casa, pero yo no. Evangelina Paredes, con este nombramiento, tiene un gran orgullo de representar a la clase más grande, porque somos más los que NO esta­mos dentro del gobierno, somos más los que más pobreza tenemos, somos más los que hemos sufrido injusticias gubernamentales.

MFM: ¿Cree que las decisiones se deben tomar con la cabeza o con el corazón?

EPZ: Ambas cosas. Debemos tener un corazón abierto de fraternidad hacia todos los tlaxcaltecas, pero debemos de tener la mente fría para poder aplicar la real justicia que nuestra sociedad exige.

Nosotros creemos que quien aspire a gobernar Tlaxcala debe de estar prepara­da, debe de tener veracidad, valor y pre­paración. Hay dos mujeres que aspiran al gobierno que ya tuvieron un cargo público y no solucionaron nada. En lugar de venir con propuestas, ellas deberían traernos resulta­dos de sus administraciones. No es posible que quieran volver a engañar a nuestros tlaxcaltecas, el tiempo de propuestas para ellas se terminó, ellas deberían traernos re­sultados. Si tienen propuestas en lugar de resultados, entonces ellas no son garantía para poder gobernar.

MFM: ¿Cuál es la mejor decisión que ha to­mado en su vida?

EPZ: La mejor decisión ha sido enfren­tar las injusticias. Su servidora, como líder y representante ciudadana, ha vivido mu­chas injusticias. Mi decisión más grande ha sido decir “Ya basta”. Evangelina Paredes no puede cruzarse de brazos mientras mira alrededor lo que pasa sin poder hacer algo por los demás. Evangelina Paredes tomó la decisión, desde hace más de 30 años, de no permitir injusticias.

MFM: Seguramente hay muchos momen­tos que ha disfrutado, pero díganos algún momento representativo que más haya disfrutado.

EPZ: El más grande disfrute es este mo­mento, el hecho de saber que soy una alter­nativa diferente a todas. Porque si no hubiera alternativas diferentes a las mismas, Tlaxcala sería un fracaso por otros 6 años más.

La pobreza y la miseria que he­mos vivido en Tlaxcala han sido consecuencia de las mismas fuer­zas políticas que hoy se juntan entre enemigos; su ambición fue tan gran­de que aceptaron entrar todos en el mismo costal. Estar juntos con tal de no perder el poder es una desespera­ción que demuestran a la sociedad. Si alguien del gobierno trabajó bien no tendría por qué sumarse a otras fuerzas, podría hacerlo solo.

MFM: ¿Cuál ha sido la prueba de vida que más le ha dolido?

EPZ: La impotencia de saber que hay soluciones y que el gobierno no las quiere llevar a cabo. La impotencia y el dolor más grande para una servi­dora, y creo que, para todos los tlax­caltecas, es cuando alguien promete y no cumple. Ha pasado que, llegan­do al poder, los ciudadanos tocamos la puerta y el gobernante ni saluda y cuando les decimos que nos pidieron el voto y que gracias a nosotros llega­ron a ese poder, nos contestan que ni nos conocen, que ganaron porque eran grandes, que aun sin nuestro voto habrían ganado; y eso es falso, todos los ciudadanos sabemos que un gobernante llega por la voluntad de la mayoría.

Entonces, el dolor más grande es constatar que no hubo soluciones, que los gobiernos no nos cumplieron.

MFM: ¿Qué lecciones le ha dejado esta pandemia?

EPZ: Me dejó una muy grande lec­ción, de tristeza y de mucho coraje. Si el Gobierno del Estado y el Gobierno Federal hubieran estado preparados no habríamos tenido tantas pérdidas humanas. Ellos han dejado a su suerte a todos los humanos y a los ciuda­danos de Tlaxcala. No es posible que, teniendo medios económicos y la re­presentación popular, no hayan teni­do la capacidad de prevención antes de que murieran tantos hermanos y ciudadanos de nuestro estado. Esto no se puede corregir “después de”. Tampoco puede ser que el gobierno se lave las manos y te diga “si sales te vas a morir”, “te vas a infectar”. La ciudadanía si no sale de su casa, si no se muere de COVID, se muere de hambre, porque ¿quién lo alimenta o quién le garantiza una alimentación diaria en su domicilio? Hasta el día de hoy, no hay un gobernante que pueda decir que mandó una despensa o un apoyo cada semana, o cada 3 días, cada mes, para que las familias so­brevivieran.

Creo que las mujeres tienen agallas para poder gobernar, pero sin traiciones, sin que las manipulen.

El Gobierno de Evangelina Paredes tendrá alternativas, pero sobre todo vamos a empoderar las mentes de los tlaxcaltecas para que, en lugar de ir a otros países, nosotros creemos esas posibilidades de salud, de vacunas, de protección. Que para sobrevivir haga­mos las vacunas desde Tlaxcala. Que no tengamos que ir a otros países a comprar más vacunas.

Nuestra economía es basta, nues­tras mentes son suficientes. Nuestros gobiernos son los deficientes, son los sordos y son los que no han hecho caso.

MFM: ¿Qué actividades hace usted para eliminar el estrés?

EPZ: Platicar con nuestra familia, con nuestros hijos, leer libros, escu­char música. Con esto podemos qui­tarnos un poco el estrés. Es difícil estar en estos ámbitos, pero viendo la ino­cencia en los pequeños; conviviendo con ellos, conviviendo con los jóvenes, con su energía, con su fuerza, escu­chando música con mensaje; todo eso nos da fuerza para tranquilizarnos y volver a empezar.

MFM: ¿Qué cualidades considera debe tener una líder?

EPZ: Fortaleza, decisión, veracidad, transparencia, honradez y la primera: humildad para todos los demás

MFM: ¿Cómo negocia usted?

EPZ: Con muchas propuestas para que ambas partes se beneficien. En una negociación no puede haber un solo ganador; en una negociación de­ben sentirse ambas partes ganadoras y ninguna vencedora.

MFM: ¿Y en una sola palabra ¿cómo se define usted?

EPZ: Evangelina para Tlaxcala

MFM: ¿Cuál es su trayectoria política?

EPZ:Desde los 14 años, dentro del movimiento que mis padres enca­bezaron y que fue una organización social denominada “Unión Nacional Sinarquista”, nosotros aprendimos muchos valores y principios. Sin tener edad para votar ni opinar, yo concu­rría a esas reuniones y escuchaba sobre los obstáculos que el gobier­no siempre puso a los ciudadanos.

Vi y escuché las quejas de cuando la gente iba a un mitin y el gobierno los detenía; esto me llenó de mucho co­raje y de valor para decidir que el día que yo tuviera la edad para votar, yo elegiría a gobiernos honestos; a go­biernos que no llegaran con la idea de pisotear la democracia. Para los 15 años, su servidora ya tuvo la carre­ra de contador privado. Yo estudié la contaduría privada y la secundaria al mismo tiempo, por mis ganas de tener autonomía económica. Desde los 14 años yo inicié dando clases con gente mucho mayor que yo, eso fue una sa­tisfacción muy grande. Esto, añadido a la lucha social que yo escuchaba dentro de los movimientos a los que pertenecía, me hicieron fortalecerme para poder llegar hasta los 18 años. De ahí fui líder del Partido Demócrata Mexicano. Gané dos ayuntamientos, uno como coordinadora general y otro como presidenta del partido en el municipio de Chiautempan.

Luego fundamos la Organización de Unión de Mujeres y Familia Tlax­caltecas y la Unión de Beneficio Social para respaldar a mujeres y familias. Ahí escuchaba las necesidades de las mujeres, madres solteras, mujeres separadas, madres, madres violenta­das, hijos que no tenían dónde comer ni con quién estar. Muchos hijos que se quedaban con los abuelos. Eso ge­neró una asociación civil de mujeres y de beneficio social. Vimos también muchas necesidades de los padres que eran abandonados por los hijos y eso nos hizo tratar de beneficiarlos. Posteriormente, hace más de diez años, hicimos la Fundación Evange­lina Justicia Tlaxcalteca con la fina­lidad de que nuestras familias más pobres y las más vulnerables tuvieran alimentación; también para llevarles regalos a los niños el 30 de abril y, el 10 de mayo, a las madres llevarles una serenata. Yo soy madre y me gusta cuando mis hijos me llevan serenata en la madrugada, se siente una satis­facción muy grande cuando nos dan esta distinción.

MFM: ¿Qué figura política de Tlaxcala ha sido su inspiración para llegar a donde está ahora?

EPZ: El señor don Andrés Paredes, mi difunto padre. Un hombre pobre. Él fue obrero y tuvo dinero para mante­nernos, darnos atención económica. Nunca faltaron alimentos en la casa. Nos proveía con los alimentos del campo, semillas, animales de tras­patio, para poder comer sanamente. Nunca nos quejamos. En nuestra casa siempre hubo comida de sobra. Es un ejemplo que yo quiero repetir para mí y para mis hijos y para mis futuras ge­neraciones. Ese hombre, que Dios lo tenga en su Gloria, me dio el respaldo y me dio la ayuda y la fortaleza que el día de hoy llevo. Yo pretendo llegar al gobierno del Estado para que desde donde él se encuentre, sienta el or­gullo de que su hija cumplió con los valores que me inculcó.

MFM: ¿Cree que la política pasa por un momento de desaprobación social?

EPZ: En este momento sí. Yo he re­cibido muchos reproches sobre los partidos viejos que resultaron ser un fraude, esos partidos han sido un aborto político. Porque yo he recibi­do mucho dolor, he percibido coraje, odio hacia los políticos por parte de los ciudadanos. Muchos de los ciu­dadanos me han llorado diciendo “No puede ser posible que no podamos cambiar Tlaxcala. Nosotros no le abri­mos la puerta ni a Anabel ni a Lorena.

Cuando vemos que andan por acá en nuestras calles, no abrimos la puerta”. Entonces yo les pregunto “¿por qué a mí sí me abrieron la puerta?” Y me res­ponden que porque yo soy diferente. La gente me ha confirmado el triunfo.

Necesitamos hacer un cambio radical. No puede seguir viviendo la gente con ese miedo, con ese temor, con ese odio. Tiene que haber unidad y fraternidad en el gobierno, tiene que haber otras caras, otros rostros y otra ideología.

MFM: ¿Qué siente al vivir este pro­ceso inédito con seis mujeres como candidatas a gobernadoras y un solo hombre?

EPZ: Primero que nada, como mujer quiero felicitar a aquellas que están participando en este proceso electoral como mujeres. Aunque, en cuanto a propuestas, les falta mucho a algunas de ellas. Como propuestas y como as­pirantes al Gobierno del Estado, ellas, lamentablemente, no son la opción en este momento. Nosotros acabamos de salir hace 15 días al público y ya estamos creando identidad con la so­ciedad. Yo solamente debo decir que las mujeres tenemos las agallas para poder gobernar, pero sin mentiras, pero sin traiciones, pero sin que nos manipulen. Las mujeres tenemos que ser independientes y debemos tomar decisiones propias. Si tenemos un titi­ritero desde arriba que nos manipule, ese gobierno ya fracasó.

MFM: ¿Y qué le inspira para buscar la gubernatura de Tlaxcala?

EPZ: Desarrollar Tlaxcala. Tener hombres grandes, hombres empre­sarios y mujeres empresarias. Darle la oportunidad a Tlaxcala de dejar de ser señalado como chico, como la­boratorio político. Nosotros, los tlax­caltecas, tenemos la capacidad de ser grandes. Hemos sido chicos no por nosotros, sino por ellos, porque no nos ha dado la atención. Creo que en Tlaxcala tenemos que transfor­marnos y bajar recursos económicos muy grandes para que nuestras men­tes tlaxcaltecas puedan ir a conquis­tar los países desarrollados y aplicar eso que aprendan en Tlaxcala y que nuestros tlaxcaltecas lleven la política de Tlaxcala a los países no desarro­llados y que podamos desarrollarlos también, que hagamos una mezcla y podamos salir adelante.

Para nosotros los tlaxcaltecas, nuestra casa es igual que nuestra familia. En Tlaxcala somos una fami­lia muy grande, pero hasta hoy los que han estado al frente han tenido oídos sordos; se han vuelto miopes dentro del gobierno; se han ganado solamente sus privilegios personales sin ver los ajenos; han lucrado con la necesidad de los demás.

Quiero que no se lleve a cabo un gobierno de colores, que no se lleve a cabo un gobierno de ideologías únicas. Que haya una pluralidad, que haya realmente una integración. Los colores y la política solamente son en tiempo de campaña. Cuando termi­na la campaña, un gobierno debe ser para todos parejo.

MFM: ¿Tlaxcala está listo para tener una segunda gobernadora?

EPZ: Tlaxcala está listo en este mo­mento. Evangelina Paredes Zamora, dentro de las facultades, capacidad y experiencia que hemos tenido, está lista para ser una gobernante. No más de lo mismo, no más mentiras, no una mujer que la quieran hacer. Dice un refrán que “un doctor no se le hace a palos, a un gobernante menos”. Un gobernante no se improvisa. Un go­bernante y un líder nacen con valores naturales. Deben de nacer con esas virtudes. El servicio es un don que una persona tiene por naturaleza. Si una gobernante no nace con esa virtud siempre tendrá negatividad donde quiera que esté. Tlaxcala está listo para tener una mujer gobernante, pero una gobernante mujer con las características de veracidad, de cer­teza, de valor. No podemos ser medio­cres. Las mujeres debemos ser únicas y exclusivas para poder tomar deci­siones y enfrentarlas y dar soluciones a los problemas.

MFM: ¿Cómo atender el reclamo de las mujeres en materia de violencia de género?

EPZ: Hay que ayudar a nuestras mujeres contra la violencia de género. Esto se da en todas las familias, y en personas de todas las edades, desde pequeñas hasta las más grandes. La violencia de género se da incluso del esposo hacia la esposa o de los hijos hacia los padres o madres. Yo creo que esta violencia se tiene que erradi­car primero con educación a nuestros niños y niñas para el futuro. También con acompañamiento para aquellas mujeres que se atreven a decir que sufren violencia. Evangelina Paredes no va a separar familias, dará ca­pacitación y acompañamiento para que aprendamos a convivir con res­peto y con integridad. La violencia del día de hoy la genera la economía. No hay trabajo ni economía para comer. La generan las drogas y los vicios. La genera la desocupación. La genera la falta de principios y valores. No se ha dado un respeto desde la familia y eso genera violencia, pero además genera daños irreversibles.

Tenemos que capacitar y tene­mos que ayudar a nuestras mujeres, también a nuestros caballeros, porque nos hemos enfocado tanto en la vio­lencia de género hacia la mujer, que tampoco nos damos cuenta de que los caballeros también han sufrido violencias.

Las instituciones públicas tienen que ser conciliadoras para no tener desintegración de familias por la vio­lencia, integrar a ambos géneros para que aprendan a convivir en paz, en tranquilidad y en convivencia familiar.

Evangelina Paredes propone subsi­diar a todas las asociaciones civiles de carácter social que existen en Tlaxcala para que estén cerca en cada uno de los municipios. En cada municipio ins­talaremos una institución de gobierno en donde recibiremos necesidades, peticiones o propuestas para que Evangelina Paredes atienda a todos los tlaxcaltecas sin que Evangelina Paredes tenga que estar al mismo tiempo en los 60 municipios. Eso nos va a generar confianza. Eso nos va a disminuir violencia.

Hay muchas mujeres lastimadas que no dicen nada por miedo, por temor, porque no las escuchan. Yo he hecho gestiones ante las depen­dencias gubernamentales que deben de atender la violencia de género y no me han atendido. Si yo, Evange­lina Paredes, que cuento con todo el conocimiento y la capacidad no he sido atendida, entonces el resultado es que ninguna de nuestras tlaxcalte­cas ha sido escuchada. Eso tengo que cambiarlo. Tiene que transformarse y tenemos que abrir los oídos y los ojos hacia esto y frenarlo.

MFM: ¿Y cuál cree que sea su mayor fortaleza como candidata a la guber­natura?

EPZ: Los jóvenes y las mujeres. Im­pacto social se constituyó con el más del 70 por ciento de padrón de jóve­nes. Tenemos jóvenes en comunida­des, municipios, congreso. La fortaleza más grande son los hombres y mu­jeres jóvenes. Son una fuerza que no se cansa de tocar puertas, de reír, de convivir, de transformar y de construir. Ellas y ellos son la fortaleza más gran­de de Evangelina. Tengo que aguan­tarles el paso, si tenemos que tocar puertas, tocamos puertas; si ellos no se cansan, Evangelina Paredes tam­poco. Ellos van junto a mí. Esa es la mejor fortaleza que tengo.

MFM: ¿Y su mayor debilidad?

EPZ: Yo creo que la mayor debilidad en este momento son los gobiernos, las mafias en el poder. Esa es una debilidad que tengo cercana, porque están desviando los recursos públicos y los programas federales y estata­les para hacerse llegar votos. Estos personajes que se encuentran en el poder están aplicando la vieja política con amenazas de “si no votas te quito el trabajo”, “si no vas al mitin ya no entras mañana a trabajar”, “si no vas a echar porras, mañana ya no entras a clases”. “Te voy a pasar tu examen de la materia que no aprobaste para que vayas a echar porras y votes por nosotros y estés con tal partido y tal candidata”. Eso es una debilidad para Evangelina, porque no hay una trans­parencia política.

MFM: ¿Y cuál es su proyecto de cre­cimiento para Tlaxcala?

EPZ: El proyecto de crecimiento debe de ser multiplicar empleos. Hacer acuerdos diplomáticos con otros paí­ses y gobiernos, que vengan empresa­rios a Tlaxcala, brindarles las garantías necesarias para que traigan capital y recurso nuevo a nuestro Estado. Que­remos turismo. El turismo lo vamos a traer a través de las características que Tlaxcala tiene, queremos difundir estas características para que ciuda­danos y ciudadanas vengan a cono­cer nuestra cultura. Nosotros vamos a construir un río artificial limpiando el agua del río Zahuapan para que en esa agua podamos tener derrama económica. Queremos promover las artesanías de nuestros tlaxcaltecas, hombres y mujeres. Queremos derra­ma económica en hoteles, en restau­rantes, en centros de recreación; que nuestros turistas se sientan contentos y asegurados. Tenemos que combatir la inseguridad y tenemos que hacer economía para Tlaxcala.

MFM: ¿Y cuál es la percepción que tiene sobre la cultura de Tlaxcala más allá de lo turístico?

EPZ: Nuestra cultura es nuestra cul­tura indígena. Su servidora tiene tan en alto la cultura indígena que yo me auto-inscribí como Gobernadora Indí­gena, con las características de usos y costumbres de Tlaxcala.

Desde hace más de 500 años ya teníamos gobierno, teníamos nues­tro primer Senado de la República en Tlaxcala. Teníamos nuestros cuatro señoríos, teníamos nuestros medi­camentos propios donde nos curá­bamos con alternativas naturales y orgánicas. Teníamos nuestro calen­dario azteca con el que mediamos las estaciones para poder tener una buena siembra y la cosecha de nues­tros alimentos. Esa cultura es lo que me ha fortalecido y la tomo como propia para que Tlaxcala pueda ser difundida y sean tomadas en cuen­ta nuestras lenguas maternas; estas lenguas maternas que han sido se­ñaladas como indígenas y han sido señaladas con rechazo. Quiero que las mujeres y hombres bilingües que hablan ambas lenguas, el español y el mexicano o el otomí, sean nuestros maestros instructores y que estas len­guas podamos traducirlas y difundir­las en otros países.

MFM: ¿Qué se merece Tlaxcala?

EPZ: Un Gobierno transparente y honesto. Tlaxcala se merece respeto. Tlaxcala se merece una dignidad pro­pia. Tlaxcala se merece una autonomía y una independencia. Tlaxcala se me­rece un gobierno honesto. Tlaxcala está sumiso. Sin libertad. Tlaxcala necesita un líder para que Tlaxcala deje de ser subordinado ante las instituciones pú­blicas. Los universitarios se sienten piso­teados, tienen un pie en el cuello, no se pueden expresar. Tenemos a maestros y a profesionistas que están en esos es­pacios sin poder decir lo que piensan, porque están castrados por una ne­cesidad económica. No se han dado cuenta que un mexicano, que un ciu­dadano tlaxcalteca merece el respeto y autonomía, que la única forma de tener un gobierno real que nos represente sin sesgos políticos es teniendo autonomía, independencia y valores.

MFM: ¿De qué manera confrontar la guerra sucia que tanto se da en las campañas?

EPZ: Yo solamente las confronto con trabajo y más trabajo. Yo solamente las confronto, dando mi mensaje a los ciudadanos. Yo he sido discriminada en los medios de comunicación y en encuestas en la que hablan de todos los partidos menos de Evangelina Pa­redes. Eso a mí me fortalece. Se sabe que las encuestas son de quien las paga. Los ciudadanos, tlaxcaltecas deciden el 6 de junio. Mi enfrentamien­to y confrontación hacia esa guerra sucia es ponerles un alto, porque para que exista una buena elección no tiene que haber mentiras hacia otra perso­na. Evangelina Paredes no habla mal de nadie; cada quien habla por sus propios actos, por sus propios hechos y por sus propias consecuencias.

MFM: En un ejercicio de la imagina­ción, si supiera que le pueden conce­der tres deseos, ¿qué pediría?

EPZ: Uno de ellos, el principal, sería que Tlaxcala sea grande con quien quiera que lo represente, pero ele­gido por los ciudadanos. El segundo que exista justicia social para las cla­ses vulnerables y para la gente más desprotegida. El tercero que exista un Gobierno con honestidad, con princi­pios y con valores.

MFM: ¿Algo más que quiera agregar?

EPZ: Que los tlaxcaltecas y las tlax­caltecas tengan independencia, va­lor y decisión. En nuestra sangre corre sangre guerrera, no de las que se dicen sangre azul, corre sangre de Xicotén­catl y de Tlahuicole, sangre de la que fue independiente y enfrentó a los que querían venirnos a humillar; sangre que se pagó con muerte desde nuestros an­cestros. Yo les pido a los y las tlaxcal­tecas que vayamos con ese valor, con iniciativa, con decisión; porque, Tlaxca­la, Evangelina ya está lista. A Evangelina no la han vencido, la han combatido, pero no la han vencido. Evangelina vive. Evangelina el 6 de junio enfrentará una de las batallas, pero la guerra todavía no termina. La guerra será hasta el día que yo vea transformado Tlaxcala para los tlaxcaltecas.

Marisol Fernández Muñoz
Gabriela Conde Moreno
Fotografía: Federico Ríos Macías
Melisa Ortega Pérez

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