Fomentando la prosperidad en los niños

Publicada enero 2022 Edición 169

Es un placer seguir compar­tiendo contigo las ideas relacionadas con la pros­peridad. En esta ocasión quiero decirte que la prosperidad es una forma de vida y, como tal, es importante también fomentarla en los niños, es decir, incluirla en los valores familiares.

Recuerda que cada que se acerca el fin de año, entre nuestros deseos hacia otros les decimos “Próspero Año Nuevo”, y te pregunto: ¿sabe­mos exactamente lo que estamos diciendo y lo que estamos deseando a los demás? O son solamente frases aprendidas y establecidas socialmente.

Significa que deseamos para los demás (y también para nosotros mismos), el ser mejores cada año, el ser más felices cada año y, por qué no, que en nuestra carrera profesio­nal hayamos tenido más logros, que nuestro negocio haya crecido, que tengamos más amigos y que también nuestra economía esté mejor.

Entonces… si deseamos prospe­ridad cada año… ¿no crees que es importante comenzar a fomentarla desde nuestros valores familiares? Yqué mejor que con nuestros hijos, sin olvidarnos de nosotros, por su­puesto, ya que no podemos enseñar lo que no sabemos y los hijos no van a imitar lo que no hacemos.

Así que comparto contigo estas ideas que propone Inés Sarmiento en su libro Cómo facilitar el despertar financiero en los niños y niñas.

1. Cada vez que el (la) niño(a) reciba un juguete nuevo, enséñale cómo y dónde guardarlo, cómo limpiar­lo si se ensucia, cómo utilizarlo adecuadamente, qué hacer para que el juguete le dure más y para mantenerlo en buen estado.

2. Enseñe al niño(a) a ahorrar diferentes cosas. Por ejemplo, el agua cerrando la llave cuan­do no la está usando, o la luz apagando el bombillo cuando sale del cuarto donde está, o el dinero utilizando una alcancía para echarlo allí, etcétera.

3. Enséñele al niño(a) a cuidar su cuerpo (comiendo y durmiendo bien), a mantener su habitación y su ropa ordenada, al igual que a colaborar para mantener limpia su casa. Por ejemplo, arrojando la basura en el cesto y no en el piso, etcétera.

4. Muéstrele al niño un vaso lleno de agua hasta la mitad y cuéntele que algunas personas piensan que el vaso está medio lleno, y que otras personas piensan que está medio vacío. Pregunte al niño cómo está el vaso para él. Sin juzgar su respuesta, comente que cuando una persona dice que está medio vacío, se está centrando en lo que hace falta, en lo que no tiene, mientras que una persona que dice que el vaso está medio lleno, se está centrando en la cantidad de agua que todavía tiene, en lo que posee.

Enséñele que las personas que se centran en lo que tienen, atraen más cosas para tener y más riqueza, mientras que quienes se centran en lo que no tienen, atraen que lo que tienen se les acabe y más pobreza.

Psic. Cristina Figueroa Quirino

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