Historia en Los Portales: La venta de periódicos

Publicada Diciembre 2007 Edición 1

Francisco Moctezuma Rodríguez vislumbró que la venta de periódicos y revistas era un negocio a mediados del siglo XX en Tlaxcala, no obstante, lo problemático de ir par publicaciones al Distrito Federal tres veces a la semana y levantarse en la madrugada todos los días.

La visión empresarial de Francisco Moctezuma Rodríguez y su habilidad para conseguir un socio en el año 1954, dio origen a uno de los negocios más exitosos en el estado, el cual se ha mantenido gracias a que su hijo Francisco Moctezuma Luevano -Panchito- y su nieta Reyna Moctezu­ma Martínez -La Chinita- han trabajado «muy duro».

El inicio de este negocio no fue fácil para la familia Moctezuma, debido a que tenían que ir a la Ciudad de México tres veces por semana para devolver la revista que no se vendía y traer las ediciones nuevas. El peregrinar iniciaba a las cuatro y media de la madrugada para abordar en Tlaxcala el camión procedente de Huamantla con rumbo de la capital del país.

En la Ciudad de México enfrentaban el problema de que no les dejaban cargar sus bultos con las revistas en las vitrinas del servicio público de pasajeros -hoy conocidas coma peseras-, ya que antiguamente no había taxis y «sufríamos mucho por esa situación «, dice nuestro entrevistado.

«La experiencia que me deja este oficio principalmente es trabajo, puro trabajo, porque antes iba tres veces a la semana a México a traer revista y llevaba mi devolución… ahora gracias a Dios ya todo llega a Tlaxcala, eso tendrá coma 10 años», festina Panchito, quien realiza un rápido recorrido con la mirada a las centenas de revistas colocadas en los anaqueles de su negocio.

FAMILIA PIONERA Y EXITOSA

El padre de Panchito, Francisco Moctezuma Rodríguez, inicio el negocio con un socio en 1954. Empezó vendiendo EL SOL DE TLAXCALA, hoy su sucesor vende 20 distintos periódicos nacionales y 500 revis­tas y distribuye en Tlaxcala, Apizaco y Santa Ana.

Alquiló dos estanquillos frente al Hotel Tlaxcala en el Portal Grande e inicio la exitosa aventura. Cuando la presidencia municipal ordeno el cierre de esos lo­cales, Panchito alquilo un cuarto en dicho hotel para disponer de una bodega y durante muchos años dia­riamente colocaba tablones afuera del hotel y vendía y vendía. .. Nunca sospecho adónde llegaría su trabajo.

Al ser don Panchito el más pequeño de sus hermanos, su sueño de ser piloto aviador lo tuvo que desechar para ayudar a sus padres a vender y desde entonces se dedicó al trabajo de «periodiquero, voceador o coma usted le quiera poner».

«Desgraciadamente no pude ser piloto, por el mismo negocio tuve que estar aquí, aunque me gustaba mucho la  aviación; sin embargo, no me siento decepcionado por no  lograr ese sueño, mi padre fue mi mayor amigo y siempre  estuve contento con él. Fui el más chico de mis hermanos,  ellos ya se habían casado y todos trabajaban en México». «La venta de periódicos es un negocio y una satisfacción», asegura Francisco Moctezuma, quien expone que      su empresa ha crecido a diferencia de muchas otras que cierran casi intempestivamente.

«Nuestro negocio ha crecido en lugar de quebrar, pues empecé a vender en la calle y ahora tengo un local en el    mero centro de la ciudad de Tlaxcala! , lo cual es un poco difícil», valora.

Por sus viajes constantes a la Ciudad de México, Fran­cisco Moctezuma se hizo conocido entre el gremio de vo­ceadores de la capital del país y logro que fuera reconoci­do en Tlaxcala coma agente distribuidor.

»A todo voceador que venía a pedir revista o periódico para su estanquillo, nosotros se los dábamos como parte del crecimiento mismo del negocio, pues además de ser expendedores de diarios y revistas, ya empezábamos a ser agentes distribuidores».

– No, porque nosotros somos los que surtimos a los demás puestos de periódicos, gracias a que seguí el negocio de mis padres, porque ellos fueron los pilares de todo esto».

Panchito considera que ha crecido la demanda de publicaciones en función de que también ha aumentado la población tlaxcalteca de 1950 al año 2007.

UN INICIO DIFICIL

Todos los días tenía que dejar la cama de madrugada para esperar la llegada de los periódicos provenientes de la Ciudad de México – era lo único que se enviaba, pues había que ir por la revista hasta la capital del país-, apurarse a organizarlos y levantar todo el tiradero del Portal Grande, para empezar a venderlos desde muy temprano a los clientes. El inmueble donde ahora funciona la agencia de distribución y el expendio de periódicos y revistas lo adquirió Francisco Moctezuma en el sexenio de Tulio Hernández Gómez.

«El inmueble que ahora tenemos antiguamente era una panadería y luego fue una lonchería que fue clausurada por la autoridad, por lo que hable con la dueña para que me lo alquilara».

Tras lograr el arrendamiento del local, Panchito coloco una cortina -que evidencia en su pintura de color crema el paso de los años- detrás de las dos puertas angostas del inmueble en una noche y en la siguiente rompió la pared, arriesgándose a ser sujeto de alguna sanción por parte de las autoridades porque no estaba permitido alterar la arquitectura de las construcciones en el centro histórico y más en Los Portales.

«Afortunadamente, la autoridad permitió que se quedara la cortina con la condición de que colocara una puerta grande enfrente «, celebra a pesar de que ya pasaron muchos años.

La oportunidad de adquirir el local se dio de manera circunstancial, pues el entonces gobernador Tulio Hernández Gómez compro varios inmuebles para montar oficinas en Los Portales, e incluso trato de adquirir el establecimiento que arrendaba Panchito.

Al saber de esa situación, Panchito hablo con la dueña y con los hijos de esta para que le vendieran el inmueble que ya estaba alquilando y la respuesta fue positiva, aunque «me salió bastante caro», afirma el entrevistado.

– ¡Uhhh amigo, me salió muy caro! Para que se dé una idea de cuanto me costó, le voy a decir que tenía una casa de dos pisos en La Loma Xicohtencatl, un coche que no tenía una semana que lo había comprado y los di, de dos camionetas di una y aparte tuve que sacar dinero del banco para completar.

UNA ANÉCDOTA TRAS OTRA

•   Panchito trabaja aun, pese a que convalece de una operación a corazón abierto

•   Quería ser piloto aviador, pero hoy vuela desde la imaginación informativa

•   Fue voluntario en la Cruz Roja y un buen jugador de billar

Además de desprenderse de varias propiedades, Panchito tuvo que construir un techo nuevo y arreglar el inmueble para que quedara en mejores condiciones, así que «lo que compre realmente fue el lugar, que es lo que vale».

SI HAY AYUDA, SE PUEDE: LA SUCESORA

Francisco Moctezuma Luevano heredo el negocio a su chinita, así le dice a Reyna Moctezuma Martínez, quien es su hija, en el año 1996.

«Ahora se puede decir que en lugar de que ella me ayude, yo la ayudo a ella a checar la revista en la noche ya colocarla en los exhibidores… sí hay ayuda, se puede salir adelante y construir un sueño».

Y vaya que si Reyna Moctezuma ayudo a su padre a sacar a flote el negocio, ya que al asumir la responsabilidad en 1996, la Distribuidora de Publicaciones Moctezuma -actual razón social de la empresa- se encontraba al borde de la quiebra, revela la Chinita.

«Cuando me hice cargo del negocio, este enfrentaba mil problemas con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; de hecho, contablemente me decían que no era posible salvarlo, pero rescatar el trabajo de muchos años de mis padres me llevó a luchar hasta enderezar la nave», narra Reyna Moctezuma.

-Lo que sucedió es que mucha gente le quedo a deber dinero a mi padre, debido a que les fiaba las publicaciones y con el paso de las semanas sus adeudos se elevaron y ya no le pagaron.

Desde su llegada, Reyna implemento cambios radicales en la manera de trabajar de la empresa, siendo el más significativo la cancelación de todo tipo de crédito a los voceadores con menor tiempo en el gremio. De manera paralela, se dio a la tarea de abrir más puntos de venta para retomar el camino del éxito, el cual ha mantenido «con mucho esfuerzo» hasta la fecha.

Q.E.P.D DON FRANCISCO MOCTEZUMA RODRÍGUEZ

Revista Momento

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