Publicada Diciembre 2007 Edición 1
Ana Lucía Nava
Si el niño ya realiza alguna actividad, permita que lo haga siempre, y no vuelva a hacerlo por él.
En la actualidad es muy común que nosotros como padres pensemos que siempre sabemos que les conviene a nuestros hijos, o que nosotros haremos mejor la elección por ellos o que les evitaremos problemas si les ayudamos. A veces esto no es del todo cierto. Cada edad tiene características diferenciadas. Veamos cuales son:
2 – 3 AÑOS: El niño empieza a ser independiente, si los padres no se lo permiten puede verse afectado el desarrollo de su autonomía.
4 – 5 AÑOS: Aprenden a través de los ojos de sus padres, si les mandan mensajes de que no pueden hacer las cosas solos, los niños ni siquiera lo intentarán. No te subas, te vas a caer; no te ensucies, etcétera, son expresiones frecuentes de los padres.
6 AÑOS: Es cuando la protección de los padres empieza a perderse, pasa más tiempo en la escuela que en su casa bajo el cuidado de su mamá o papá, si estos están preocupados y tienen problemas para soltarlo, el niño lo percibe y tiene muchas dificultades para adaptarse a esta situación, porque si se da cuenta que sus papás tienen miedo de dejarlo, el niño piensa que puede pasarle algo y que no será capaz de desprenderse de sus padres. Si lo han sobreprotegido será tímido, inseguro, y le dará trabajo relacionarse con los demás. Si le han permitido ser independiente y aprender a tomar sus decisiones tendrá fortaleza para enfrentarse a nuevas situaciones y hacerlo de manera exitosa,

Los niños y adolescentes que han sido sobreprotegidos muestran las siguientes características:
-No tienen tolerancia a la frustración.
-Frecuentemente están de mal humor.
-No toleran separarse de su papá o mamá.
-Solicitan ayuda constante.
-Tienen miedo de hacer cosas solos y piensan que las van a hacer mal.
Para evitar problemas de formación es necesario desde pequeños permitirles tomar sus decisiones y afrontar las consecuencias de ello.
-No solucionarles todos los problemas, darles oportunidad de equivocarse.
-Dejarlos correr sus riesgos de acuerdo a la edad que tengan.
-Permitirles que tengan la consecuencia de sus actos tanto positivos como negativos, pues esto es un gran aprendizaje.
- Revista Momentohttps://www.revistamomento.com.mx/author/revista-momento/
- Revista Momentohttps://www.revistamomento.com.mx/author/revista-momento/
- Revista Momentohttps://www.revistamomento.com.mx/author/revista-momento/
- Revista Momentohttps://www.revistamomento.com.mx/author/revista-momento/
Foto: Archivo Revista Momento
- Foto: Archivo Revista Momento#molongui-disabled-link
- Foto: Archivo Revista Momento#molongui-disabled-link
- Foto: Archivo Revista Momento#molongui-disabled-link
- Foto: Archivo Revista Momento#molongui-disabled-link