Publicada Octubre 2008 Edición 11

Los sentimientos que experimentamos los seres humanos son muy diversos, unos nos provocan bienestar y otros nos hacen sentir mal, en ambos casos para muchas personas es verdaderamente difícil manifestarlos al mundo, porque ello significa mostrar lo vulnerables, frágiles y sentimentales que somos, situación que nos llena de angustia a todos y un poco más a los hombres porque culturalmente las mujeres somos educadas para hablar abiertamente de nuestros sentimientos.
Desde pequeños nos va quedando muy claro por qué llora una niña en la escuela o en la casa cuando se lastima mientras juega con otras pequeñas; las otras menores se acercan para proveerle consuelo. En cambio, si un niño llora, los demás niños que juegan con él se van alejando despacito porque no saben cómo reaccionar, pero si el niño lastimado por alguna razón puede aguantarse el dolor, lo hace sin demora porque recuerda la expresión que alguien le dijo alguna vez: “los hombres no lloran, sólo las viejas”.
De esta forma el niño lastimado sigue en el juego, aunque le duela todo y curiosamente mientras los hombres se convencen de no llorar nunca, las mujeres creemos que el llanto es parte de nosotras y no salimos sin él. Así vamos creciendo distintos, pues mientras las mujeres nos reunimos para llorar con una amiga y hablar de lo mal que nos va, los varones tienen un serio problema a la hora de hablar sobre sí mismos y prefieren disfrazar su dolor con indiferencia argumentando que no pasa nada, y no se trata de que los hombres sean insensibles, sino de la forma muy peculiar y distinta en que mujeres y hombres somos educados.
Debido a que los hombres tienden a guardar sus sentimientos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que en el mundo quienes más depresión padecen son los varones y estiman que para el año 2015 será la segunda causa de discapacidad en el mundo. Teniendo en cuenta datos tan alarmantes, es muy importante modificar la manera de educar a los niños respecto a sus sentimientos.
Si eres papá o mamá, es preciso que ayudes a tus hijos a hacer frente a sus sentimientos, permitirles mostrar abiertamente su dolor y enseñarles que llorar hace bien al corazón y que no es muestra de debilidad sino de fuerza, porque se requiere más valor para ser honesto que para ocultar lo que se siente. Evita educar diferente a las niñas y a los niños, porque muchos estudios afirman que los niños más sanos y con mejor desempeño escolar son aquellos que pueden reconocer, hablar y expresar abiertamente sus sentimientos y lo más importante, no tengas miedo de mostrar lo que sientes como papá o mamá.
Ten en cuenta que no siempre debes parecer quien lo resuelve todo, mostrarte frágil ante tus hijos les brinda a ellos la oportunidad de contactar con sus propios sentimientos para conocerlos y manejarlos mejor.
El psiquiatra italiano Vittorino Andreoli afirma que el peor error de los padres es querer parecer perfecto ante los hijos y que cuando sus hijos eran pequeños algunos días a la hora de cenar les decía: “Hoy no quiero oír sus problemas, hoy déjenme contarles los míos”, de esta manera él ayudaba a sus hijos a comprender la importancia de expresar libremente sus sentimientos y llorar si tenían necesidad de hacerlo.
Sobre todo recuerda que lo más importante para tus hijos no es lo que digas, sino lo que hagas, así que no te esmeres en decir cómo expresar los sentimientos, porque es expresándolos como se da mejor prueba de ello.
Si desafortunadamente creíste toda la vida que los hombres no lloran, esfuérzate por comprender que el llanto no es exclusivo de las mujeres, llorar es una manera de expresar tristeza o alegría sin importar la edad, actividad o estado civil, llorar es parte de las vivencias cotidianas, de la certeza que nos da estar con vida, de ser capaz de mostrarme humano y con ello sentir a veces soledad, angustia, miedo, tristeza, desamor, y también ternura, compasión, amor y alegría.
Date permiso de llorar la próxima vez que te conmueva una película y no digas que bostezaste para explicar que tienes lágrimas en los ojos.
Si alguien se burla de ti es porque tal vez esa persona no fue educada para reconocer sus sentimientos y mucho menos para respetar los de los demás, porque sólo los hombres de verdad pueden expresar lo que sienten y aunque tú seas muy fuerte, te guste ver la película La oveja negra (Pedro Infante y Fernando Soler) y tus amigos sean los más hombres de la colonia, puedes expresar tus sentimientos y no ser menos hombre por ello, después de todo ¿quién no ha llorado aunque sea en secreto alguna vez?
Los hombres también lloran porque sienten, porque tiene sueños e ilusiones igual que las mujeres y porque a veces la vida está llena de retos que nos hacen sufrir.
Y es debido a los desafíos de la vida moderna que hoy más que nunca el mundo está pidiendo a gritos hombres de verdad, lo suficientemente fuertes para hacer frente a los problemas de la vida y cada día lo suficientemente humanos y valientes para llorar.
Psic. Adriana Zenteno Pérez
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