Martha Palafox Gutiérrez (†).

Publicada Marzo 2016 Edición 100

Le interesó aprender leyes para defender a las personas de las injusticias

Martha Palafox Gutiérrez siempre soñó con ser abogada porque le daba impotencia no conocer la ley y ver que se cometían injusticias con la población. Ahora, está a dos meses de tener la cédula profesional que acredite su formación profesional, destaca la actual promotora de la soberanía nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Tlaxcala.
La senadora de la República con licencia, originaria de Huamantla, afirma que le gusta su condición de mujer y “además de mujer adulta, me siento orgullosa de mis arrugas, de mis canas, porque eso es la vida, es lo que hemos vivido, cada quien con sus experiencias”.
A sus 67 años de edad, dice que la mayor lección de la vida para ella ha sido sacar adelante a su familia y eso lo trata de promover con sus hijos y nietos: “debemos ser tenaces y persistentes para lograr ese objetivo”.
Como parte de la serie de entrevistas que realiza Revista Momento con mujeres en este mes, la charla con Martha Palafox se realiza en la parte baja de la pirámide de las flores del complejo arqueológico de Xochitécatl.
–¿En algún momento de su vida ha pensado que ser mujer es difícil?
–La verdad nunca lo pensé, pero sí es difícil, porque nuestra naturaleza nos da una sensibilidad que no tiene el hombre; nos preocupamos de todo. Las mujeres somos protectoras, queremos resolver los asuntos de la familia y de todos, eso hace que nuestra condición de mujer sea más difícil porque no siempre se tienen los elementos a la mano para lograrlo.
–¿Cómo ha logrado sortear esta situación de mujer?
–Trabajando mucho, organizándome y, desde luego, con cierto sacrificio de mi familia porque no pude estar al 100 por ciento con ella. Mi madre me ayudaba a cuidar a mis hijos, a darles de comer, mientras yo trabajaba y estaba en la política, eso hizo que le sacara tiempo a las horas y que por la noche preparaba los alimentos para el día y hacía el aseo de la casa en la noche, la lavada y la planchada en la noche, era como la bruja, para que en el día pudiera trabajar y estar en la política. Posteriormente ingresé a la universidad en Tlaxcala para hacer mis estudios en Derecho, pero no pude continuar, solo cursé tres semestres y recientemente, a finales del año pasado, concluir mi carrera de abogada por línea en la Universidad del Centro de Investigaciones Especializadas de las Américas de la Ciudad de México.
–¿A qué edad incursionó usted en la política?
–Como a los 16 o 17 años. Por mi familia, mi papá fue regidor, de los que eran honoríficos, mis hermanos Margarito y Rogelio fueron presidentes municipales de Huamantla y diputados locales; yo me dedicaba a la actividad social, impartía talleres y cursos a mujeres y familias, eso me permitió tener contactó con la gente en los pueblos y por eso me invitaban a participar como represente de casilla, ese fue el inicio de mi carrera política, siempre como representante de casilla.
Posteriormente era representante de candidatos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en los consejos distritales electorales y ocupó varios cargos en el tricolor como son en el área de mujeres y campesinos, fue dirigente estatal del sector popular, hasta que la invitan a ser suplente de Alfonso Sánchez Anaya en la diputación federal.
“Después por mi trabajo como dirigente de las mujeres, la entonces senadora Hilda Anderson me impulsó mucho para que fuera candidata a diputada federal en el distrito 03 porque ya se venían dando los resultados de la lucha de las mujeres por la igualdad de participar, de ser votadas y de ser candidatas también”.
De tal manera que Martha Palafox ha sido dos veces diputada federal y actualmente es senadora de la República con licencia, “gracias a Andrés Manuel López Obrador”.
Menciona que su crecimiento político ha sido de mucha “talacha, de mucho trabajo, todo mi trabajo ha sido partidista, por ejemplo, en una elección presidencial fui la encargada de las bardas, mi tarea siempre fue de campo”.
–¿Qué experiencia le dejó ser representante de casilla siendo mujer?
–Prácticamente era la única mujer que empezaba a participar, pero sí era complicado participar en política, porque antes se decía que la mujer era chismosa o era facilita si trabajaba o andaba en la política; esa es la parte que me ha costado mucho, mantener el respeto de mis compañeros y el respeto al trabajo.
–¿Cómo lo logró?
–Trabajando y dándose a respetar.
–¿Para usted es difícil ser ama de casa, esposa y ocupar un cargo público?
–Sí, sobre todo cuando estamos acostumbrados a la familia conservadora, que hay que dar de desayunar, comer y cenar, todos sentados alrededor de la mesa y que he tratado de mantener como un valor de mi familia, sí es difícil.
–¿Ha sufrido actos de discriminación en la política por ser mujer?
–Por supuesto, y también de clase sociales. La política es muy ruda. Ejemplos tengo muchos, pero en general los he superado y por eso me empeñé en estudiar y esmerarme en mi trabajo, porque es lo único que me ha abierto la puerta, por lo demás yo no soy ni negociante, ni empresaria ni rica; generalmente los grupos se reúnen como élites de intereses y de poder, y yo no tengo ni lo uno ni lo otro, más que manos para trabajar y mi voluntad.
–¿Alguna experiencia que le haya marcado mucho?
–Cuando iba a ser candidata a diputada federal, que esperaba serlo por el primer distrito, que era la zona del oriente del estado, donde tenía trabajo, pudiera decir amistades y todo, pero me mandaron a otro distrito porque en el uno fue a registrarse un familiar cercano a una persona poderosa. Me dijeron, ahí está el tercero por si lo quieres. La verdad es que en una soberbia que no debía haber sido, dije, lo tomo, pero no debí haberlo hecho porque lloré lágrimas de sangre para hacer campaña sin dinero en una zona ruda y todo. Pero finalmente salí bien, gané en esas condiciones, aun cuando me habían mandado a perder.
–Mencione usted tres virtudes de una mujer
–Las virtudes de una mujer son la honestidad, la lealtad y que no es corrompible.
–Y un defecto de la mujer
–Lo contrario, yo creo que la hipocresía, el doble discurso y la ambición.
–¿Una mujer puede ser madre, esposa y trabajadora a la vez?
Sí, claro, por supuesto, se da uno tiempo para todo, así viví durante años, con esfuerzo y concientización de la familia, hay que integrar un equipo, yo tengo cuatro hijos, una hija, ocho nietos y dos bisnietos.
–¿Cuál es su mayor anhelo en el servicio público?
–El servirle a la gente, lograr cambiar. Hay tres principios que llevamos junto con Andrés Manuel López Obrador: no mentir, no traicionar y no robar.
–¿Qué propone para que haya mayor equidad en la participación de la mujer en la vida pública?
–Darles oportunidades, impulsar una nueva generación de jóvenes, hombres y mujeres, porque está sucediendo un fenómeno de que la mujer no quiere participar en política, porque se siente minimizada, inferior al varón, y la verdad es que la mujer tiene muchos valores para participar en política.
“Los varones dicen cómo nos va a gobernar una mujer, las mujeres dicen que el que tiene el liderazgo es el hombre, entonces mejor que vaya un hombre. Nosotros iremos ahí como de segundas partes, siempre dicen eso porque consideran que no hay capacidad. Yo pienso que no es cuestión de capacidad, sino de vocación de servicio y de voluntad para hacerlo.”
–¿Qué logros ha tenido en su vida y que lecciones le dejan?.
–Tener una familia consolidada, mi mayor felicidad y meta era tener que proporcionarle un techo a mi familia porque muchos años pagamos renta y me sentía mal cada vez que nos salíamos de una casa. Me siento agradecida que Dios me dio la oportunidad de tener un hogar donde vivir.
Refiere que logró sacar adelante a sus hijos con mucho esfuerzo, ya que el oficio familiar ha sido la gastronomía, “yo le puedo hacer desde unas memelitas hasta un guisado internacional y eso es lo que nos ha permitido hacer un patrimonio, yo no he vivido de la política, al contrario, le he invertido toda mi vida y lo mejor de mi vida a la política, esa es una de mis mayores satisfacciones, yo no dependo de tener un cargo en el gobierno para sobrevivir, porque nunca lo he tenido”.
–¿Le gusta ser mujer?
–Claro, pero por supuesto, tengo a mis hijos, a mis nietos y a mis bisnietos, me encanta mi condición de mujer y además de mujer adulta, contrario a todo, me siento orgullosa de mis arrugas, de mis canas, porque eso es la vida, es lo que hemos vivido, cada quien con sus experiencias.
Por último, se le pide a Martha Palafox complementar las siguientes frases:
Un corazón está lleno de… cariño, amor.
El deporte sirve para…. la salud.
El color rosa es… mi preferido.
La ética se mide… por la ética.
Las mujeres prefieren…. en mi pueblo dicen que prefieren morir vírgenes que a los tontos (risas).
Estoy aquí gracias a… Andrés Manuel López Obrador.

José Carlos Avendaño Flores
Foto: Archivo Revista Momento

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