Nancy Laura Pantoja Pantoja – Vengo desde cero y para mí cualquier cosa es ganancia.

Nombre: Nancy Laura Pantoja Pantoja.

Profesión: Ingeniería industrial.

Cargo: dueña, gerente, administradora, logística y todos los departamentos en Aldebarán Casa.

Edad: 40 años.

Estado civil: casada.

Hijos: dos.

Ha sido un proceso convertirse en la mujer que hoy es. Ha escrito la historia de Aldebarán Casa desde hace 14 años. En su trabajo involucra su corazón para brindar sueños, empoderamiento, libertad, seguridad, a través de una prenda.

Busca vestir a todo Tlaxcala y “enriquecer guardarropas y vidas”.

—¿Cómo se siente en este momento con su empresa?

—Después de 14 años de luchar por un sueño, vamos apenas formando los cimientos para llevar al nivel deseado la empresa, lo que quiero que sea Aldebarán Casa. El cometido es vestir a todo Tlaxcala, sin olvidar la parte más importante: enriquecer tanto el guardarropa como la vida de nuestras clientas y clientes.

—¿Qué extraña de su niñez?

Soñar tan fácilmente, ver hacia arriba y decir: “Quiero hacer esto, quiero ser”. Siendo adultos y sabiendo cuál es la realidad, nos cuesta trabajo soñar.

—¿Ha sido difícil ser mujer?  

—Seas una mujer buena, mala, alta, chaparra, como sea, eres atacada; la tienes de perder, porque cuesta el doble de trabajo un logro. Eso es lo más difícil de ser mujer; lo más maravilloso es dar vida a otras vidas, el poder creer en ti, y también hacer que otras personas u otras mujeres crean en sí mismas.

Sí, creo que es muy difícil ser mujer, pero es lo más maravilloso que me pudo suceder.

—¿Cómo la ha acompañado la violencia en su vida?

Definitivamente la violencia ha sido parte de mi vida en muchas etapas. He sufrido violencia física, violencia emocional, violencia económica, muchos tipos de violencia.

—Como mujer, ¿cuál ha sido el mayor reto en su vida?

Como mujer, creer en mí misma. Creo que no puedes hacer casi nada si no crees en ti.

Puede el mundo dudar de ti y de tu capacidad. Me sucedió en muchas ocasiones que mucha gente ya no creía en mí ni en mi palabra. Lo más importante es saber que te tienes a ti y creer en ti, para poder llevar a cabo lo que quieras en esta vida.

—¿Quiénes son sus aliadas o aliados en este proceso de ser mujer, esposa, mamá, empresaria?

—Un conjunto de varias personas, la más importante desde hace 14 años que inicié esto es otra mujer. Fue una de mis primeras aliadas. En un momento muy vulnerable para mí, cuando estaba quebrantada en muchos aspectos, Ana Karina creyó en mí.

En el camino vas teniendo aliados y vas perdiendo gente que ya no le gusta que logres lo que quieres. La persona con la que decidí casarme y hacer una vida es muy importante para mí, cree y confía en mí. Cuando dudo de mis capacidades y de mi potencial, él está ahí siempre para animarme y decir: “No dudes, porque si yo no dudo de ti, por qué tú sí”.

Es un conjunto de varias personas. Tengo al menos cinco o seis personas muy importantes cerca de mí. En mi desarrollo de lo que ha sido convertirme en la mujer que hoy soy, porque es un proceso.

—¿Cree que las cosas han cambiado para las mujeres?

—Claro, apertura en muchos aspectos para la mujer, en política, en la sociedad. También creo que tenemos cada día retos más difíciles.

—¿Desde su entorno qué hace para que las mujeres puedan tener una mayor igualdad?  

—Dentro de la ética de Aldebarán casa está no solamente vender ropa, vendemos sueños, vendemos seguridad, vendemos empoderamiento, vendemos libertad.

Desde una clienta que llega con inseguridad de no saber qué usar para un evento, como quienes siempre buscan la aprobación de su pareja o marido. Dentro de lo que nos compete como tienda de ropa hacemos un trabajo arduo en empoderar y hacer sentir seguras a nuestras clientas. Nuestra labor es siempre tener una palabra de aliento, una palabra de seguridad, una palabra de decir ”Atrévete, hazlo, no te preocupes, aquí estamos, no te ves mal”.

Parte de la ética de la tienda es no vendemos por vender, tenemos la seguridad de que la prenda que se va a llevar alguna de nuestras clientas va a tener de verdad un impacto en su vida. Una blusa, un pantalón, un blazer, un conjunto, un vestido de noche. Alguien que está cambiando su vida, que se está reinventando o que está teniendo seguridad en sí, pues bueno, representa mucho una prenda que la haga sentir lo que quiere sentir. Quiere sentirse bella, hermosa, segura, poderosa, empoderada, el término que le quieras dar.

—¿Se arrepiente de alguna decisión?

—Sí, de no haber empezado antes.

—¿Cuál es la mayor virtud en nosotras las mujeres?  

—Estamos llenas de virtudes. Creo no hay una sola virtud que nos pueda hacer más grandes o más pequeñas. Cada una debemos descubrir las virtudes que tenemos para poder enriquecer nuestro entorno. Es más, las virtudes debemos usarlas hasta con las personas que se determinan tus enemigos o les caes mal. Creo que es muy bueno usar tus virtudes, no para que la gente te acepte o para encajar, sino para poder ser mejor persona y mejorar tu entorno. Las virtudes cambian en todas las mujeres, no todas tenemos la misma virtud; algunas tal vez no saben cuál es su virtud y saberlo puede ser algo grandioso en su vida.

—¿Algún defecto?

—Muchos, llena de defectos como cualquier ser humano.

—¿Cuál es su palabra favorita?

Tengo varias, pero una de mis favoritas es poder.

—¿Qué ofrece Aldebarán Casa?

—Aldebarán Casa es una tienda de ropa de importación. Manejamos muchas marcas reconocidas de ropa, también una gran variedad de importación, desde Korea, China, Estados Unidos, Colombia, que ahora la moda y la industria textil en Colombia avanzó demasiado por la calidad. Desde hace dos años tenemos una línea llamada Exclusivos Aldebarán y también nos damos a la tarea de buscar la mejor calidad en productores nacionales. Aún no llegamos al nivel de diseñadores, porque me encantaría tener esa apertura y gama de diseñadores; mientras tanto ofrecemos una gran variedad de ropa para dama y caballero, de importación, de la mejor calidad y también nacional.

—¿Quién o quiénes pueden encontrar una prenda en su tienda?

—Cualquier tipo de mujer. Nuestra gama es para dama y caballero desde 14 años hasta 65, 80 y 90 años, no tenemos un rango exacto. Las necesidades de los clientes de Aldebarán son más en mujeres y hombres adultos trabajadores. Nos enfocamos más en ese mercado.

Marisol Fernández Muñoz
Lucero Ivonne Peña Jiménez
Fotografía: Federico Ríos Macías

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